Empecemos de cero.
¿Cómo puede un distribuidor elegir correctamente qué quiere vender si no comprende las necesidades del cliente?
Hablamos, claro, de un distribuidor que quiera conseguir beneficios pero también tener clientes satisfechos.
Empatía. La empatía movería el mundo si realmente fuésemos capaces de entender, de comprender, de asimilar, qué necesitan los demás.
Seamos frívolos, esto traducido al mundo de vender y publicitar, es magnífico. Un cliente que se siente comprendido, reflejado, es un cliente fiel.
Una marca que ofrece justo lo que se necesita, tiene todas las posibilidades de ser una marca triunfadora, pero una marca que sabe PORQUÉ se necesita y así lo comunica, es una marca amiga.
Todo al final es por vender, pero seamos amigos, seamos cercanos.
Imaginad que un hombre pudiera comprender los cambios físicos, la pesadez y las molestias, de una mujer con la menstruación... Imaginad algo que le hiciera empatizar e inmediatamente le dieras la mejor solución de higiene y comodidad. Un vendedor comprendería porqué resulta mejor un producto que otro y así se lo transmitiría a sus clientes.
Comprendamos a la gente y sabremos qué y cómo queremos venderles productos.
Sólo hay que ver los anuncios actuales, buscan la complicidad y la están encontrando.
Nuestra infancia, nuestras canciones, nuestras bromas, nuestras tonterías.
Ahora sé quién me habla y lo reconozco como alguien cercano, y me gusta.
Sí, yo también supe en ese anuncio que eran Parchís y respondí '¿Cómo están ustedes?'...